~ Desayunandoo (:

Se sorprendió un poco, ese niño era increíble. - Porque no es correcto. Eso solo haría que los demás se sintiesen mal e inferiores cuando en realidad no es así.

(xDD perdona, el niño es así xDD)

-Pues vaya... -dije muy decepcionado y perdiendo la sonrisa.- ¿Y cuando alguien se porta mal contigo puedes decírselo? -le pregunté esperanzado.

OFF: XD Que niño x)

- Claro, así esa persona sabe que está haciendo mal - le sonríe.

OFF: sii, es fino xD

-Ahhh, entonces también se puede ser sincero... -dije.- Vale, vale, vale, esto me va gustando...

OFF: Demáas x)

- Así puede que consigas más amigos - sonríe.

Eché la cabeza hacia atrás, me había convencido eso de que podía restregarle a los que me hacían daño que yo era rico, muy pijo, mi padre fumaba pipa delante de la chimenea y yo podía ver todo el día la tele porque no tenía que ir al colegio... pero para mí iba a ser difícil controlarme sin decir que era superior al resto.

-¿Y tú eres rica? -le pregunté, visiblemente interesado.

Asiente - Ajam. Somos una de las familias más ricas de Francia.

-Ah -dije. Franceses, pues vaya... los franceses no me molaban mucho, es que eso de las boinas había pasado de moda ya en los 90. En ese momento me acordé de algo.- Oye, tengo que mandarle una carta a mi padre... ¿tienes por ahí algo para una carta, por favor? -le pregunté.

- Hmm... Déjame revisar - se voltea hacia su bolso, buscando un pergamino y una pluma. Rebuscó entre sus cosas hasta que los encontró y se los dió al niño.

Cogí el pergamino y la pluma algo desconcertado. Miré a los lados, pensando que quién me mirase me miraría mal, pero al parecer nadie estaba tan sorprendido como yo.

Con timidez, puse el pergamino en la mesa y puse la pluma en el pergamino, sin saber bien si iba a funcionar. ¿Quién escribía en una pluma ahora? La moví algo pero la pluma no me iba bien, o a lo mejor era yo que no sabía usarla, vamos.

-Oye -le dije devolviéndole el pergamino y la pluma.- ¿No tendrás mejor un folio y un boli bic? -le pregunté.

- Claro - dice y se lo entrega - Quería probar tus habilidades con la pluma - sonríe, divertida.

-Es que eso de la pluma es muy antiguo, ¿sabes? -dije cogiendo el folio y el boli bic.- Como que lo usaba mi abuelo en los contratos de los Jackson 5... -me encogí de hombros y me puse a escribir la carta a papá. Mientras escribía hablaba en voz alta diciendo lo que ponía:

Querido y multimillonario papá:

¿Qué tal estás? ¿Ya no te duele la nariz? En fin, no me importa, ya sabes lo que te he dicho de tus operaciones de mierda, yo te escribo sólo para contarte mis penas, a ver si te creías que estaba preocupado por ti o algo:

Este colegio es una mierda pinchada en un palo. Son todos unos malditos racistas que no ven la tele (imagínate que no ven ni House, ni Los Simpson ni Gran Hermano) ni hablan de la gente normal, y nos llaman muggles. Vaya nombre más friki, colega. Me quiero ir otra vez a casa.

Atenta y desesperadamente:

Prince Michael I Jackson Rowe,
Prince Michael según tú cuando estás enfadado,
Prince cuando estás normal,
Prince también me llama la familia y Roger,
señorito Prince el lameculos de tu manager,
Prince Michael I Jackson la prensa que es muy pesá.

- Siempre es bueno saber usarlas - dice.

-¿Oye, y dónde queda Correos? -le pregunté doblando la carta.

- En Hogsmeade, cerca de las Tres Escobas - responde.

-¿Tres Escobas? -le pregunté.- ¿Es que además de ser magos y racistas sois tan idiotas de no limpiar con magia y lo hacéis con tres escobas?

- No no no, las Tres Escobas es un bar que queda en el pueblo - ríe.

-Ah... -dije, entendiéndolo y asimilándolo.- Vaya nombre más freak, colega -dije en alto, aunque mi intención era pensarlo.- Bueno... ¿y eso de... Jogsmed, dónde queda?

- Cerca de los terrenos del colegio, pero no te dejarán salir, a menos que tengas un permiso de la directora o algún profesor - dice.

-¿Qué? -pregunté. ¿Pero qué clase de colegio estúpido, racista y mormón era ese? Mejor irme a Beuxabatons, que al menos había tías buenas...- Me la suda, yo me largo de aquí, tú sólo dime por dónde se tira y yo ya soborno a alguien.

- Te gustan los problemas, ¿eh? - levanta una ceja.

-Me gusta no complicarme la vida y ser feliz pasándome por los millones de papá las gilipolleces de cuarta -le repliqué.

- Bueno, como quieras. Si encuentras algún profesor que te de el permiso, bien por ti - se cruza de brazos. Se supone que debería estar cumpliendo con su título de prefecta pero no tenía ganas ahorita.

-Pues que te sea leve -dije levantándome y pirandome.

Neguó con la cabeza, ese niño era increíble.