"A un libro nunca se le acabarán las pilas" Made in Hettie's mind...

por **Henrietta Bartholdy** Miér Mar 25, 2009 6:24 pm

-Now I'm speechless, over the edge, I'm just
breathless, I never thought that I'd catch this love bug again...-cantaba Hettie por el pasillo que llevaba a la biblioteca danzando saltarina mientras su cabello recogido en una maltrecha trenza se balanceaba por todos los lados-.
La verdad es que no sabía de quien era la canción ,ni de cuando ,ni de donde narices la había aprendido...ni siquiera era algo que la identificara ,pero siempre se caracterizaría por pensar a su manera y decir cosas sin aparente sentido. La verdad es que la gente la miraba extrañada ,no era que fuera extraño ver a una Ravenclaw camino de la biblioteca de aquella gran institución ,que va ,era justamente aquella Ravenclófita la que extrañaba a todo el presente allí en aquel momento ,ELLA.
Le sonreía a todo el mundo ,riendo inocentemente y con aquel aire tremendamente soñador que algunas veces parecía volver su sonrisa perezosa y su mirada pánfila y despreocupada. Muchos habían pensado que era una chica bonita cuando la vieron por primera vez ,aquellos intensos ojos azules...aquella melena tan refulgente y rubia...que poco mas tarde sería objeto de burla y bromas de casi todos los estudiantes ,parecían no tener nada mejor que hacer que incordiarla.
Pero a ella le daba absolutamente igual ,siempre le había dado lo mismo ,cada uno era como era y no tendría por qué cambiar por nadie. Dio unos cuantos pasos más y se paró frente a la entrada de aquella estancia llena de libros y de estudiantes estudiosos o algunos presionados por su gran montaña de deberes o exámenes.
Siguió riendo contenta ,con aquel aspecto tan desmesuradamente desaliñado ,aquellos calcetines azules que solo se ponía los sábados conjuntando con el gran limón que traían como estampado uno a cada lado ,más dispar no podía ir. La túnica puesta al revés ,el jersey atado a la cintura ,la camisa mal abrochada ,la corbata floja y la falda (como no) subida más de lo permitido. Pero que se le iba a hacer ,era sábado y no podían decirle nada. Sus orejas vestían unos "preciosos" pendientes en forma de calabaza que parecía pensar un tanto y su cuello repleto de amuletos voluminosos y normales para ella ,vamos ,extravagantes.
Se dejó caer en un banco apartado de todo el mundo y cruzó sus piernas en él ,perdiendo la mirada en el techo quizás fingiendo pensar y teniendo la mente en blanco ,daba el pego realmente ,parecía una loca salida de un psiquiátrico.