~*Recién transferida*~

Acababa de dejar la maleta en el dormitorio, no me apetecía estar ahi encerrada mucho tiempo, pues corria el riesgo de que la nostalgia me invadiera, despues de todo, acababa de llegar a Hogwarts, era la advenediza de sexto curso y no conocía a nadie; a mala hora había decidido Alexandre que vinieramos al sitio mas recondito del planeta, y todo por haberme metido en líos.. Vamos!, que adolescente no se mete en ellos?..

Con estos pensamientos me senté en el sofá frente a la chimenea, la sala común estaba extrañamente vacía, lo que acentuaba el silencio enormemente y me hacia sentir mas sola que nunca, suspire quedamente y sacudi la cabeza, intentando sacar de mi mente aquellos pensamientos medio fatalistas y concentrandome en los trazos que hacia distraidamente en el pedazo de pergamino que descansaba en mis rodillas, no era la obra de arte que el mundo esperaba, pero no estaba nada mal, ahi, entre flores diseminadas por el borde, se hallaba el rostro de mi madre tal y como lo recordaba

-Si sigo haciendo esto, acabaré en San Mungo con un grave trastorno de depresión-

Susurré quedamente al pergamino, arrugandolo y tirandolo a la chimenea, mirando como se consumía lentamente; tome mi varita y comencé a juguetear con ella entre mis dedos, queria, necesitaba meterme en líos para romper el tedio que amenazaba con consumir mis días..

Hastiada, comence a pasear por la sala común, sin mirar bien nada, aburrida.. Sonrei levemente, tenía en la maleta unas cuantas bengalas de Sortilegios Weasley que una amiga de Beuxbatons me habia dado antes de marcharme, asi como un pantano instantaneo, igual de la misma marca.. Rei entre dientes y subi a mi recámara, tomando las cosas y volviendo a la sala común, accionando los objetos y creando un verdadero caos que me dedique a observar desde las escaleras

Había ido a buscar a Jeanne a la puerta de entrada, pero llegaba tarde, ella ya había llegado hacía unos minutos. Suspiré y subí hacia la sala común, en donde rogaba que estuviera y no en el bosque prohibido metiéndose en problemas. Desde que era una cría de menos de un metro era un terremoto ambulante. Incluso cuando nuestros padres aún vivían se les agotaba la paciencia y eso que no era poca la que tenían. Los dos éramos como una maldición para ellos, aunque era me había superado ampliamente desde que le salieron los dientes.
Murmuré entre dientes la contraseña y pasé a la oscura sala común.
Todo estaba en penumbras y en silencio y eso no era una buena señal. En un instante todo se iluminó y se mojó y quedé en medio de una bomba de ruido. No me sorprendió en absoluto ninguna cosa, saqué la varita e hice desaparecer esas porquerías en un segundo.
-Jeanne - murmuré con paciencia prendiendo las luces y mirando a mi alrededor - Jynx - llamé en un suspiro cansado.

Escuché el susurro cansado de Alexandre, mordi mi labio y sali de mi escondite con cara de niña inocente, sonriendole ampliamente y batiendole las pestañas
-Hermano!, que sorpresa!.. ¿que te trae a la confortable sala común de Slytherin?-

-Pero.. ¿por que castigo?!-

Susurré, dandole la entonación de una niña pequeña y enfurruñada, aunque me acerque a el y lo abrace con fuerza, Ale era toda la familia que me quedaba, y no entendia bien como, a pesar del problema en Beuxbatons, seguia tratandome como siempre, como su hermana pequeña..

Sonrei ampliamente, en eso tenía razón, suerte que fue él y no otra persona quien descubrio aquel batiburrillo que habia armado
-Gracias Alex.. Aunque.. No entiendo por que insististe tanto en que viniese a Hogwarts en vez de quedarme en Beuxbatons hasta graduarme-

Hice una mueca y suspire pesadamente, sabia que tenia razón, tendria que andarme con pies de plomo en ese sitio, o realmente me expulsarían
-Vale, te lo prometo, me portare bien..-
Susurre, era una promesa a medias, pero con tal de tranquilizarlo..

-Mmm... no te creo ni lo que rezas - sonreí negando con la cabeza - pero esta vez se trata de ti, haz lo mejor para ti misma - acaricié su mejilla levemente y suspiré - Treinta puntos menos para Slytherin y te espero cada día de la próxima semana en mi oficina después de clases - arrugué la frente como cada vez que estaba preocupado - y no te escapes, odiaría volver a castigarte.

-¿Que?!.. No, Alex.. No tienes por que quitarle puntos a la casa-

Masculle enfurruñada, mirandolo fijamente a los ojos, tan parecidos a los de nuestro padre

-Ire dos semanas si quieres a tu despacho despues de clase, en serio.. Pero no tienes que ser tan estricto..-

Suspire quedamente, bufando y encogiendome de hombros, ya ni modo.. ¿que mas se le iba a hacer?

-De acuerdo, tu ganas.. Ya.. me portare bien, o al menos lo intentare, ¿contento?-

Sonreí a medias y la miré de reojo negando con la cabeza.
-Estaré contento cuando lo cumplas. Por el momento está bien. Ve preparando trapos de limpieza, a la torre le hace falta una buena limpieza - sonreí con malicia y di una mirada alrededor. Todo estaba más o menos ordenado y limpio, así que por el momento no tendría más puntos que quitar. Estaba seguro que toda la casa me odiaba por eso.
Me acerqué a Jeanne y le tiré un mechón de cabello.
-Te gustará este lugar.